Tras la detención de Ovidio Guzmán, hijo de “El Chapo”, mucho se ha hablado sobre su extradición a los Estados Unidos, pero se ha dado a conocer que podría tardar alrededor de dos años.
No es el único personaje que está en espera de ser enviado a los gringos, sino también Rafael Caro Quintero, detenido en julio del año pasado, quien, de igual manera, podría tardar el mismo tiempo. ¿A qué se debe?
Pues, según expertos entrevistados por El Universal, existe la posibilidad de negociar algunos conceptos para que la entrega sea consentida por parte de Ovidio o que vaya negociado a aceptar los cargos que le imputan en aquel país, explicó Jorge Lara, exsubprocurador jurídico de asuntos internacionales de lo que era la PGR.
“En ambos casos la estrategia es retrasar lo más posible la extradición, sabemos que las fiscalías de aquel país trabajan con mucha fuerza y seriedad las imputaciones, eventualmente las sanciones que podrían enfrentar son muy severas como lo vimos en el caso de El Chapo Guzmán, entre otros”, dijo.
Es más, la defensa buscará que no proceda la solicitud de extradición, por lo que compran tiempo, pues no hay lapso determinado y se puede recurrir al amparo, como los que se tramitaron para evitar la extradición de “El Chapo” Guzmán, que retrasó el proceso por un año.