Los brujos de Catemaco, que se encargaron de organizar la peregrinación en honor a la Santa Muerte el pasado lunes 27 de noviembre, asumieron la responsabilidad de los daños causados por la explosión de pirotecnia que se originó durante el evento y que dejó como saldo la amputación de la pierna de un hombre, así como daños materiales a las viviendas.
Aseguran cubrir los costos derivados de los daños a viviendas y los gastos médicos de los dos lesionados en el incidente.
El hombre conocido como «El Unicornio Negro», quien se autodenomina como «Brujo Mayor de Catemaco», difundió videos en sus redes sociales para aclarar que el joven que sufrió la amputación parcial de una pierna no era el cohetero contratado, sino un feligrés que decidió lanzar cohetes de las cajas de pirotecnia en una camioneta.
Dicho hombre aseguró que sabía lo que hacía y por eso se animó a utilizar la pirotecnia, todo esto mientras los coheteros contratados esperaban en el lugar conocido como El Cerrito, punto en el que las dos procesiones que transcurrían se unirían.
La tragedia ocurrió en el momento en el que feligrés se subió a la camioneta que transportaba las cajas de cohetes y las imágenes de la Santa Muerte. Al encender el primer cohete, provocó la explosión pues lo soltó, haciendo que la mecha encendida cayera sobre las cajas y prendiera lo que se encontraba dentro de ellas.
Las viviendas cercanas resultaron afectadas, con daños en vidrios, puertas, ventanas, cerraduras, paredes y una televisión rota debido a la onda expansiva. Los brujos aseguran cubrir los gastos de reparación y brindar apoyo a los dos lesionados trasladados al hospital.
